Hoy, una vez más, reclama la noche
el tributo que le niegan mis ojos.
Malherido de oscuridad,
me arrebata por fin su memoria.
A tu sombra sin cuerpo estoy atado.
A tu sombra sin cuerpo, a tu ausencia
que es presencia cierta,
a esta sombra que eres tú, hecha de aire
que no puedo respirar,
que no puedo tocar,
silente,
que nunca responderá si la llamo amor.
Descansas ahora, tan inmóvil,
que para no despertarte
mi pecho se ha detenido.
Contemplo a ciegas tu rostro,
cada mínima curva, la más pequeña
huella de una sonrisa tuya
que explique el porqué del mundo.
Te beso.
Y en el último momento,
en la última oportunidad antes
del alba,
de que leve te desvanezcas,
del adiós,
será el recuerdo de ese beso, de tu sombra,
de lo que no ha ocurrido,
lo que me devuelva
de nuevo la vida.
Inmensa plenitud
de ti.
4 comentarios:
De tantas noches y amaneceres perdidos.
Doloroso, pero muchas veces real, y me ha caldo hondo ya que desde hace unos días me repica en la cabeza esta sensación fea de haber perdido tantos amaneceres solo con esa sombra como compañia.
Saludos
Monsieur, que bonito!
Pero oiga, ese empeño suyo en etiquetar cosas como ficcion no será algo así como el antifaz de la dame masquée?
Era interrogacion retorica, no se preocupe.
Feliz jueves, monsieur
Bisous
Me encantó eso de sombra sin cuerpo...es tan real!
beso grandote
Inmensa plenitud de lo que no ha ocurrido, pero deseado, de un sueño, un imposible. ¡Eso es la poesía!, y tú la haces bella y emotiva. Te felicito.
Hasta la próxima, y un abrazo.
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