lunes, 29 de enero de 2024

Las preguntas de la vida

Portada del libro Las preguntas de la vida, de Fernando Savater

Título y autor/a:Las preguntas de la vida, de Fernando Savater.
Clave de lectura:«Filosofar» como ejercicio para una vida plena.
Valoración:✮✮✮✮✮
Comentario personal:Siga acompañándonos con sus textos, don Fernando.
Música:Centro di Gravità Permanente, de Franco Battiato ♪♪♪

Ahora que han purgado a Fernando Savater de una cabecera que hace mucho perdió la calificación de periodística, me parece un buen momento para revisitar a este autor. Y seguir reivindicando su trabajo.

Las preguntas de la vida es el ambicioso título que quisiera traer hoy al blog.

Como introducción, me gustaría insistir en la importancia de la filosofía para apuntalar un «aquí y ahora» digno, donde la existencia consciente suponga algún tipo de plenitud intrínseca. Solo algún tipo.

Por supuesto, filosofar no es un fin en sí, sino un medio. Apela a la infinita curiosidad con que nacemos para intentar explicarnos el entorno.

¿Preferimos renunciar a una vuelta adicional de tuerca que ponga a prueba los sillares de nuestro conocimiento? ¿Queremos que nos lo den todo mascado? ¿No intuimos que quizá nos apoyemos en una cueva de ignorancia?

Savater plantea cuestiones con el significado literal del término: «pregunta que se hace con intención dialéctica para averiguar la verdad de algo». No interrogantes con respuestas cerradas a cal y canto, y que ni se les ocurra chistar a los lectores.

De hecho, defiende «las filosofías», con énfasis en el plural. ¿De qué cuestiones hablamos en concreto?

La muerte. La razón. El «yo» hacia adentro y hacia afuera. La singularidad o similitud humana en relación con el resto de especies del planeta y aún más allá, con el universo. La libertad. La naturaleza. La convivencia. La belleza. El tiempo…

En cada una nos proporciona herramientas, reflexiones extraídas de los grandes pensadores, con ánimo de estimular nuestra mayor riqueza: la capacidad de analizar, comprender y transmitir información, desarrollando vínculos positivos en el proceso.

Sus capítulos se convierten así en diálogos con nuestra propia conciencia y con los demás. Que la vida tenga o no sentido —como expone en el jugoso epílogo— no significa ni de lejos que sea absurda.

En suma: que no decaiga, don Fernando. Siga acompañándonos con sus textos, por favor.


Aristóteles sostiene en cambio que lo único que hoy es verdadero es que «mañana habrá o no habrá una batalla naval», mientras que aún no puede ser verdad ni que «mañana habrá una batalla» ni que «mañana no habrá una batalla». Es decir, lo verdadero «para mañana» es la duda entre dos o más posibilidades, no la certeza profética de una u otra. El futuro es «contingente» —puede ser así o de otro modo—, no fatal ni necesario.

viernes, 26 de enero de 2024

Going Home

Tengo la sensación de que, en las entradas con carácter exclusivamente musical, donde no hay un texto o una imagen que puedan reclamar protagonismo, a veces me quedo demasiado «bajo».

Recomiendo escuchar algo que a mí me gusta, desde una sinfonía hasta una canción de dos minutos, pero…

Quizá no le no aporto valor, como dirían los de marketing. Aquí tenéis esto y ya está.

Aun así, lo intento. Pienso en la mejor excusa para sugeriros este vídeo de Mark Knopfler tocando Going Home un viernes por la noche.

¿Qué se me ocurrirá?


jueves, 18 de enero de 2024

Un cubo de aire

Portada del libro Un cubo de aire, de Fritz Leiber

Título y autor/a:Un cubo de aire, de Fritz Leiber.
Clave de lectura:Relatos surgidos de una polifacética imaginación.
Valoración:✮✮✮✩✩
Comentario personal:Obtiene un meritorio notable.
Música:Sky Captain and the World of Tomorrow, de E. Shearmur ♪♪♪

Un cubo de aire recopila cuentos del polifacético Fritz Leiber, en este caso dentro del marco de la ciencia ficción.

El manicomio de los 64 cuadros se ambienta en un torneo de ajedrez. Narra las vicisitudes de varios jugadores para intentar vencer a «la máquina», el cerebro electrónico que amenaza con sustituirlos a todos en los tableros.

El original Rump-Titty-Titty-Tum-Tah-Ti presenta un cuadro con manchas de pintura trazadas al azar y una melodía. Ambas, por alguna razón, comienzan a influir obsesivamente en la vida de millones de personas.

Un cubo de aire, que da título al conjunto, es lo que el joven narrador sale a buscar del minúsculo refugio donde él y su familia sobreviven después de la catástrofe que ha alejado la trayectoria terrestre de la del Sol.

El grupo beat describe a una comunidad de hippys que van a su aire más allá de la estratosfera, y el mandato de desahucio que reciben para obligarlos a volver al suelo firme.

Las zorreras de Marte nos introduce en una surrealista guerra de trincheras entre alienadas tropas humanas y nativos del planeta rojo.

Y así, hasta alcanzar la decena de imaginativas situaciones: el colapso que amenaza al sistema de correos tras enviar alguien una carta manuscrita, los efectos de inyectar helio para que las hogazas de pan sean más esponjosas…

Obtiene un meritorio notable.


Mirad, cuando la Tierra se enfrió, toda el agua del aire se congeló primero y formó una especie de capa de tres metros de espesor por todas partes y luego en lo alto de esa capa cayeron los cristales de aire congelado, formando otra manta principalmente blanca de veinte o quizás veinticinco metros de espesor.

jueves, 11 de enero de 2024

La especie elegida

Portada del libro La especie elegida, de Juan Luis Arsuaga e Ignacio Martínez

Título y autor/a:La especie elegida, de Juan Luis Arsuaga e Ignacio Martínez. .
Clave de lectura:Qués y porqués del ser humano a lo largo del camino evolutivo.
Valoración:✮✮✮✮✮
Comentario personal:Absolutamente recomendable para aprender.
Música:En busca del fuego, de Philippe Sarde ♪♪♪

La especie elegida fue el primer título publicado por Juan Luis Arsuaga, según veo en la lista de su copiosa bibliografía. Lo escribió junto a Ignacio Martínez.

Y no es que hace más de veinte años apuntara maneras, como suele decirse, sino que ya en aquel entonces tenía mucho que contarnos: un viaje a través de los que fuimos, lo que somos y… ¿lo que podríamos ser?

Constreñidos a la duración de nuestras vidas, interiorizar con espíritu humilde la inmensidad del camino recorrido y, a la vez, su insignificancia en comparación con la edad y avatares de la casa donde pisamos, se convierte en una tarea imprescindible.

¡Tantos enigmas, eslabones aún por forjar en el libro del conocimiento y otras tantas huellas desenterradas que por fin dan luz a las preguntas!

Y qué número de variables tan asombroso se encuentra en el molde: el clima, los cambios del entorno, las transformaciones de los músculos, los huesos, el encéfalo, la alimentación, las relaciones beneficiosas para el grupo, el lenguaje…

Un texto absolutamente recomendable para aprender.


A diferencia de la selección artificial que el hombre lentamente efectúa con animales y plantas, potenciando determinadas características para mejorar su productividad, la selección natural no persigue ningún objetivo. Es más, no hay variantes génicas mejores que otras en sentido absoluto, sino que todo depende de las circunstancias del medio ambiente. Lo que es favorable en un momento dado, puede no serlo en otro.

lunes, 1 de enero de 2024

Feliz 2024

Corazón dibujado sobre la pared.

Saqué esta foto en una calle de la ciudad vieja de Jerusalén. ¡Qué absurdo! ¡Qué imposible! ¡Qué contrasentido!

Pero no, he dicho imposible y no. No lo es. Solo hacemos que a veces lo parezca.

Alguien dibujó este simple trazo sobre un muro blanco. Una mano y un deseo anónimos, un ansia con millones de nombres detrás.

De ojos que desean ver, oídos que desean oír, manos que desean tocar, consolar, abrazar…

De seres humanos tan agotados que su ruego parece ya pequeño, sin fuerza.

Por eso, con la alegría de un dibujo, antes de que llegue el mundo donde nada importe y las voces de esos millones hayan enmudecido tras los muros blancos…

Feliz 2024. Paz.