A ver si llega el día de ir a escuchar a los Rock Overs como siempre, como tiene que ser, en primera fila.
De momento, tenemos su versión a distancia de Are You Gonna Be My Girl?
A ver si llega el día de ir a escuchar a los Rock Overs como siempre, como tiene que ser, en primera fila.
De momento, tenemos su versión a distancia de Are You Gonna Be My Girl?
Correteo detrás con alegría, como un niño.
Nunca había visto uno antes. Sus orejas, su hocico, su armadura…
Y sí, puede que suene demasiado infantil. Ingenuo en cualquier caso.
Pero si hay algo que precisamente desee es no perder esa ilusión.
La de maravillarme tras los pasos de un armadillo.
Más de once mil años de antigüedad.
Pilares, muros megalíticos, habitaciones, pictogramas, animales cincelados sobre la piedra…
Doy vueltas por las excavaciones arqueológicas, fascinado, absorto, sin saber dónde detenerme, dónde mirar con más atención, dónde fijar el objetivo de la cámara.
Con la cabeza llena de preguntas: ¿cómo, por qué, quiénes?
No existen los recuerdos, solo la piedra. ¡Once mil años!
Göbekli Tepe…
Hay nieve sobre las cumbres que cada día escala el sol.
Camino alrededor de las columnas jónicas de Garni. Los veo acercarse.
Los veo subir los escalones. Los veo entrar en la naos. Alguien hace sonar un diapasón.
Comienzan a cantar. Ecos de luz y tiempo...
Pensaba fotografiar un edificio en Antigua, pero lo que capturo con la cámara es una mirada.
Solo eso, una mirada.
Más valiosa que todas las piedras y la argamasa del mundo.