viernes, 18 de septiembre de 2015

Amy Beach

Las mujeres compositoras existen, aunque sus nombres y obras no tengan, como en otros órdenes de la vida, la admiración que pudieran merecerse.

Tras contraer matrimonio, Amy Beach, por ejemplo, consiguió permiso de su marido para ofrecer un recital al año. Uno.

La precocidad de Amy había sido increíble, tanto para crear como para interpretar al piano, y se considera que su Sinfonía Gaélica es la primera de tales características orquestales dada a conocer por una norteamericana.

No obstante, el éxito no podía quedar por encima de las «buenas costumbres» bostonianas, y que alguien de su sexo y posición social (el marido era un reputado cirujano) se dedicara profesionalmente a la música estaba fuera de discusión.

Escuchemos, si queréis, el tercer movimiento del Concierto para piano en do sostenido menor:


domingo, 6 de septiembre de 2015

Beruwala

Puesta de sol en Beruwala.

Camino por la arena en dirección a la luz. Camino despacio, el oleaje hunde mis pasos.

La luz se aleja ya de Beruwala.


jueves, 3 de septiembre de 2015

A modo de diario (VIII)

Paisaje marino con nubes desde la playa.

Sí, se puede leer con mucho gusto en un sillón.

O tirados en el sofá, en la chaise longue, en una otomana….

Incluso en la bañera, si alguna vez nos da por ahí.

Pero nada se parece a recostarse con el libro sobre una cama de arena.

Nada.