domingo, 25 de julio de 2021

La marcha Radetzky

Clave de lectura: El Imperio Austrohúngaro en pie pero carcomido.
Valoración: Muy bueno ✮✮✮✮✮
Música: Marcha Radetzky, de Johann Strauss padre ♪♪♪
Portada del libro La marcha Radetzky, de Joseph Roth.

No es que las obras de Joseph Roth reflejen la vida en el Imperio Austrohúngaro. Es que son el Imperio Austrohúngaro. Contienen la metafísica de su existencia, la heterogeneidad absoluta de cada pedazo de tierra que lo conforma, su decadencia al mismo tiempo que su brillantez.

Las costuras descosidas de un mundo llevado a sus límites pero que se resiste a romperse.

En La marcha Radetzky, un joven teniente, descendiente de campesinos eslovenos, salva la vida del emperador durante la batalla de Solferino. El empujón y la bala que recibe en su lugar le valen el ascenso a capitán, la más alta condecoración y, sobre todo, el derecho a añadir un von a su apellido: Joseph Trotta von Sipolje.

Pero, por mucho que a partir de entonces se le abra cualquier puerta en las vastas posesiones de su majestad, siempre se sentirá ajeno a ellas. No entiende ni comparte la grandeza que le ha sido otorgada.

Su heredero Franz, por el contrario, sí es consciente de esa importancia. Ha nacido ya con ella. La benevolencia de palacio pronto le eleva a jefe de distrito en Moravia.

Los domingos, la banda militar le obsequia en la plaza, bajo su balcón. El papeleo oficial, los almuerzos, el casino… El orden social impera, a pesar de alguna huelga y algunos potenciales descontentos que quisieran estropearlo. Los gendarmes los pondrán en su sitio.

Aunque es el nieto del héroe, Carl Joseph, la figura central del relato. Lo son sus años en la academia de cadetes, los amores desgraciados, el juego, la bebida, las fiestas, los escándalos, las guarniciones de la frontera donde cada oficial es un inepto o un corrupto.

Si uno se situaba en el extremo norte de la ciudad, al final de la carretera, donde las casas se iban haciendo pequeñas hasta convertirse finalmente en chozas campesinas, en los días claros se podía distinguir, en la lejanía, la puerta negra y amarilla del cuartel, puesta allí como un poderoso escudo de los Habsburgo frente a la ciudad, simbolizando, a la vez, amenaza y protección.

Y el emperador Francisco José, omnipresente, perenne desde su trono de Schönbrunn, continúa guiando a sus súbditos tras el emblema del águila bicéfala.

Un clásico de todos los tiempos.


miércoles, 14 de julio de 2021

La joven de la perla

Clave de lectura: El arte y la creación, y sus efectos sobre el espíritu humano.
Valoración: Muy bonito ✮✮✮✮✩
Música: La joven de la perla, de Alexandre Desplat ♪♪♪
Portada del libro La joven de la perla, de Tracy Chevalier.

Griet comienza a servir en casa de Vermeer. Lava, cose, friega, va al mercado…

Lo que hacen las criadas. Lo que siempre han hecho.

Tanneke, Catharina, Maria Thins, Cornelia y su hermano y hermanas, Pieter, van Ruijven, van Leeuwenhoek, se mueven junto a ella.

La norma más importante de sus tareas es que no debe alterar el lugar exacto en que encuentra los objetos mientras limpia el estudio del señor. Un lugar casi prohibido para los demás miembros de la familia.

Pero sabe que todo ha de cambiar con el tiempo, igual que los rayos de luz capturados en una pintura. Por la mañana el mundo que reflejan es uno, y por la tarde…

Hay emociones ocultas que comienzan a cobrar sentido.

Yo miré hacia el gris invernal al otro lado de la ventana y, recordando cuando había posado en lugar de la hija del panadero, no intenté ver nada en especial, sino dejar que mis pensamientos se acallaran. No era cosa fácil, porque estaba pensando en él y en que estaba sentada frente a él.

Por eso, según avanzamos en la lectura de La joven de la perla, el lienzo escrito por Tracy Chevalier se llena con más y más vida. Con vida y belleza.

Como la joya del retrato.