sábado, 18 de diciembre de 2021

Todo lo que no te dije

Clave de lectura: Pasiones, temores, soledades, anhelos, recuerdos, fuegos, despedidas…
Valoración: Bueno ✮✮✮✮✩
Música: I'm Not In Love With You, de Eva Dahlgren ♪♪♪
Portada del libro Todo lo que no te dije, de Laura González Moliner.

Es como un río. Una fuente de sensaciones vitales.

Puedes alzar un puente sobre él y cruzarlo —leerlo— desde la segura distancia. Contemplar de qué manera fluye, los dibujos que trazan sus corrientes, los remolinos que hace nacer contra los pilares…

Pero no. Es difícil quedarse fuera de esas aguas.

Mejor lanzarte de cabeza, sumergirte, bracear entre las palabras, dejarte envolver por esas pasiones, temores, soledades, anhelos, recuerdos, fuegos, despedidas…

Y, a veces, dejarte envolver por el silencio que reina tras llegar ¿indemne? al otro lado, intentando recuperar el aliento.

Versos cortos. Versos largos. Prosas largas. Prosas cortas.

Todo lo que no te dije, de Laura González Moliner.

P. D.: Gracias a Ordenado y escondido por hacerme saber de este libro y del blog de su autora.


lunes, 6 de diciembre de 2021

De la fruta madura a la manzana podrida

Clave de lectura: La transición, entre el mito intocable y la realidad a discutir.
Valoración: Bueno ✮✮✮✮✩
Música: 1492 (Into Enernity), de Vangelis ♪♪♪
Portada del libro De la fruta madura a la manzana podrida, de Tom Burns Marañón.

Cada 6 de diciembre publico unas líneas elogiando el significado de la Constitución Española, aunque este año lo voy a dejar en mero exordio.

Me molesta cuando se hace labor de zapa contra el modelo constitucional, cuando alguien que quizá haya nacido ya con los derechos inherentes a una nación democrática se cree que existen porque sí, porque han bajado del cielo, no porque se acordaran tras un largo camino histórico.

La crítica es fundamental. El análisis es fundamental. El diálogo en pos de la mejora es fundamental. La ignorancia voluntaria es imperdonable.

Igual que la manipulación en nombre de los absolutismos ideológicos, ese deseo de imponerse con el mismo ánimo guerracivilista que tanta tragedia nos trajo como recompensa.

Por ello encuentro tan necesario conocer lo que nos cuenta Tom Burns Marañón en su libro De la fruta madura a la manzana podrida. El laberinto de la Transición española.

Corresponsal en España de varios medios extranjeros, Burns conoció y trató a todos los personajes con algún papel en aquellos tiempos de incertidumbre. Muchos de ellos quizá olvidados para la historia popular, sin cuyos esfuerzos el consenso que desembocó en la aprobación de la Carta Magna hubiera sido imposible.

Hay unos antecedentes que él considera fundamentales, en comparación con las tensiones irresolubles en el advenimiento de la Segunda República. El más importante, la existencia de una clase media consolidada, amplia, con estabilidad económica y deseo de mantenerla. Es decir, con siglo y medio de diferencia, en España se daba el escenario de las revoluciones burguesas europeas.

A partir de ahí, según se aproximaban los últimos días del dictador, entraron en liza diferentes grupos de presión: los irreductibles del 18 de julio, los monárquicos, los conservadores pragmáticos, los socialistas pragmáticos, los republicanistas, los irreductibles de la revolución de octubre...

El autor sigue la versión «clásica» de Juan Carlos I como impulsor del cambio. No se habría conformado con los apoyos heredados del régimen para alcanzar la jefatura del Estado, sino que buscó de forma proactiva a la oposición para convencerles de su objetivo rupturista.

Ahora bien, como contrapeso a ese Zeitgeist del gran acuerdo, expone que los detalles, la «letra pequeña», se dejaron muy descuidados. No se terminaron de desarrollar mecanismos institucionales que aseguraran la independencia del sistema frente al partidismo y la corrupción. Así, poco a poco, el «corazón de la manzana» se fue pudriendo.

Hasta llegar a donde hoy nos hallamos: odios, desafecciones, «rojos», «fachas»... ¿De vuelta a la casilla de salida?

Hay que leerlo. Y más importante aún: reaccionar antes de que sea tarde.

¡Viva la Constitución Española!


domingo, 28 de noviembre de 2021

Ética y política

Clave de lectura: Política contemporánea y su desconexión con la ética.
Valoración: Bueno ✮✮✮✩✩
Música: Sinfonía nº 1 (II.Notturno), de H.W. Henze ♪♪♪
Portada del libro Ética y política, de Adolfo Sánchez Vázquez.

Adolfo Sánchez Vázquez fue un sabio: profesor, doctor Honoris causa, laureado, premiado y reconocido por numerosas autoridades civiles y académicas.

Adolfo Sánchez Vázquez fue muy de izquierdas: más marxista que Karl, Groucho, Harpo, Chico y Zeppo juntos.

Adolfo Sánchez Vázquez fue un filósofo. ¿Y a qué nos invita la filosofía? A pensar.

A reflexionar sobre diferentes propuestas y visiones del mundo y llegar a conclusiones que definan nuestro yo, nuestra existencia personal.

Hago este preámbulo porque Ética y política, el libro de hoy, sostiene puntos de vista que irritarán a los adoradores del pensamiento único.

Yo me siento de acuerdo con el maestro en varios de los temas pero alejado en otros, por ejemplo.

Los dos primeros capítulos exponen la tendencia contemporánea de derechas e izquierdas a amalgamarse en una suerte de pragmatismo, de política sin moral. Si resulta necesario, se cae en contradicciones flagrantes con tal de gobernar.

Sánchez reivindica la política en su significado originario, el de la participación de todos los miembros de la polis en las decisiones que afectan a la comunidad. Y lo ilustra argumentando contra Rawls, el teórico fundamental del utilitarismo.

Igualmente errónea sería la moral sin política, tanto en su raíz kantiana (lo que importa son las intenciones del individuo, en el santuario de su conciencia individual, y no los resultados) como en la «moral de los principios», donde estos devienen en dogmatismo y fanatismo.

En la tercera exposición, acerca del uso de la violencia en nombre de un supuesto bien, se pregunta si ese bien, entendido como fin, justifica los medios. ¿Sí? ¿No? ¿A veces? ¿Cómo se decide cuáles son esas veces?

La cuarta discute si los intelectuales han de bajar a la tierra desde sus constructos teóricos y comprometerse de forma coherente con lo que predican.

Ética y marxismo: esta charla seguro que levanta ampollas a ambos lados de la barrera. Tras declarar que el socialismo de corte soviético fue espurio, y que el compromiso acrítico de la intelectualidad de izquierda con un sistema «de dominación y explotación» contribuyó no poco al desencanto, nuestro hombre insiste en defender la vigencia de sus ideas de base: Karl, Karl…

Para ello glosa varios de los escritos del renano, deteniéndose en las Tesis sobre Feuerbach y especialmente en la número XI: «Los filósofos se han limitado hasta ahora a interpretar el mundo; de lo que se trata es de transformarlo». El concepto de praxis ocupa un lugar central en su propia obra.

Ya en la segunda parte del libro, nos ofrece varios discursos de aceptación de honores universitarios y algún artículo periodístico.

Destaca una interesantísima ponencia donde analiza si es lícito ponerle límites a un valor como la tolerancia, fuente de libertad, respeto mutuo, convivencia pacífica. ¿Existen circunstancias en las que deba negarse a sí misma para poder defenderse, paradójicamente, de la intolerancia?

En suma, y estas son mis palabras, no nos conformemos con el pensamiento único, con la autocomplacencia en la piscina de nuestras ideas. Aprendamos todo lo posible para reforzarlas, pero tambien para ponerlas a prueba. Solo así nos aproximaremos, aunque aún sea de lejos, a la verdad.


sábado, 20 de noviembre de 2021

El tesoro del cisne negro

Clave de lectura: La codicia y la traición sigen señoreando los mares.
Valoración: Bueno ✮✮✮✮✩
Música: El Holandés Errante (Obertura), de Richard Wagner ♪♪♪
Portada del libro El tesoro del Cisne Negro, de Paco Roca y Guillermo Corral.

Nuestra historia de hoy se desarrolla en forma de cómic, escrito por Guillermo Corral y dibujado por Paco Roca.

Comienza en algún lugar del estrecho de Gibraltar, en 2007. Un barco fletado por Frank Stern, dueño de la empresa cazatesoros Ithaca, ha tenido un contacto de sonar: una posibilidad entre un millón.

Al tiempo, recién egresado de la Escuela Diplomática, Álex Ventura se incorpora a su destino como asesor en el Ministerio de Cultura en Madrid. El niño nuevo para redactar cartas de agradecimiento a embajadores y cosas así.

Un avión se arriesga a aterrizar en un aeropuerto de Florida, lleno de guardias armados, durante un huracán.

Stern intenta contratar como sea a Barlington & Cavendish, para neutralizar al abogado Gold.

Por fin se hace público: el mayor tesoro submarino de la historia se encuentra en poder de Ithaca. El tesoro del Cisne Negro.

Alertado desde Washington, Álex intenta averiguar quién se ocupa de temas como ese en Cultura. Quizá Elsa, perdida en un mar de archivos. ¿Será el pecio, ese supuesto Cisne Negro, en realidad un buque español? Y, en tal caso, ¿cuál?

A partir de entonces, las vidas de los protagonistas se encuentran inmersas en una carrera de fondo. Políticos, diplomáticos, historiadores, jueces, mercenarios, intereses cruzados entre un lado y otro del Atlántico, todos con un papel que jugar.

¿Por qué ciertos hombres trajeados de oscuro intentan que dejen de removerse las aguas?

¿Qué interés tienen en que aquel ataque británico por sorpresa a un convoy de fragatas, durante tiempos de paz, permanezca en el olvido?

Misterio, acción, tribunales, lucha sin cuartel con cualquier arma al alcance de la mano. Título muy gratificante, tanto en su valor gráfico como narrativo. Un comprensible éxito.


martes, 16 de noviembre de 2021

El estiércol

Clave de lectura: El mundo de la prostitución en toda su sordidez..
Valoración: Más o menos ✮✮✮✩✩
Música: Lulu (escena), de Alban Berg ♪♪♪
Portada del libro El estiércol, de Alexander Kuprin.

El nombre de Alexander Kuprin no resulta hoy en día popular, pese a que en vida gozó de cierto prestigio.

Según parece, era persona de ideales progresistas, lo cual en la Rusia de los zares no servía sino para meterse en problemas.

Aunque tampoco después le llovieron muchas alegrías. Hasta el año anterior a su muerte, 1938, en que regresó al suelo patrio, anduvo exiliado en París.

El estiércol, su título más destacado, es una novela de estilo realista, dedicada a describir, sin medias tintas, el mundo de la prostitución.

En el antiguo barrio de Iama se levantan varias de esas casas donde las clases sociales de sus visitantes se estratifican. La más chic es la de Trappel, cuyo propietario forma parte del Consejo Municipal. Tres rublos el servicio habitual y diez por toda la noche.

Le siguen en orden de prestigio los establecimientos de Sofia Vassiliovna y Anna Markovna, a dos rublos. En este último transcurre precisamente la acción.

Los demás negocios cobran un rublo, cincuenta copeks o incluso menos, y resulta peligroso adentrarse tras sus puertas. Son los destinados al «pueblo bajo».

Bajo la férula de Anna Markovna encontramos a su marido Issai Savic, al portero Simeón, a las ecónomas Emma Eduardovna y Zossia, al pianista sin nombre, al viejo Vanyka, siempre correteando en busca de invitaciones a beber…

Y, por supuesto, a las chicas: Jenia, que guarda una gran rabia interior, Liubka, Nyura, Manyka Mayor, Manyka Pequeña, Zoia, Vierka, Sonka, la pacífica Tamara, antigua novicia en un convento…

Cada noche las visitan docenas de clientes, de todas las edades, gustos e intenciones. «Hermosos y simpáticos», tales son las palabras que escuchan de boca de las mujeres.

La historia propiamente dicha comienza cuando se presentan siete estudiantes, un profesor y un periodista que, tras una cena regada con alcohol, aún no tienen ganas de dormir.

A partir de ahí, la trama se desarrolla con abundantes ramificaciones, no menos numerosos personajes secundarios y un final nada feliz.

Desde luego se trata de una lectura cruda, que no teme denunciar la sordidez humana. Esa es su principal virtud.

Aunque tampoco alcanza la genialidad literaria, hay que decir. Aparte del estilo, un punto anticuado, sufre de capítulos que ralentizan el conjunto, su elevado número de figuras corales dificulta seguir el hilo y el tono moralista casi llega a agotar.

Unas cosas a cambio de las otras.


miércoles, 10 de noviembre de 2021

Pimiango (XX)

Setas en Pimiango.

Al final del sendero…

Escalones ocultos. Acebo, helecho y roble.

Musgo, raíces, arrugas de la tierra.

Un regato que susurra, ansiando el abrazo del mar.

Juegos de luces, sonrisas del sol sobre mis ojos.

Respiro.

El tiempo queda atrás.

viernes, 5 de noviembre de 2021

Los pichiciegos

Clave de lectura: La guerra de Las Malvinas desde la óptica de los soldados.
Valoración: Bueno ✮✮✮✩✩
Música: Solo le pido a Dios, de León Gieco ♪♪♪
Portada del libro Los pichiciegos, de Rodolfo Fogwill.

Lo empezó el Sargento, que distinguía muy bien entre los boludos y los vivos. Juntó al Turco, al primer Viterbo y a Rubione, y cavaron su refugio en el cerro, al margen de órdenes oficiales.

Después llegaron otros: el Viterbo nuevo, su primo el Gallo, el Ingeniero, Pipo Pescador, Luciani, Quiquito…

Todos ellos son Los pichiciegos, de Rodolfo Fogwill.

Fue un santiagueño quien contó a los demás sobre los pichiciegos. Tienen caparazón, hacen cuevas y andan de noche. Si lo das vuelta, se queda pataleando panza arriba. Su carne es como el pavo de blanca.

Al Sargento y al primer Viterbo los tiraron los de Marina, por no querer mostrar a la patrulla lo que llevaban en el jeep. Pero los Magos restantes tomaron el relevo.

Incluso llegan a acercarse al enemigo en pos de azúcar, chocolate, cigarrillos o pilas. Los ingleses, comprensivos, ponen un precio al trueque: que señalen en sus planos la disposición de minas, tanques de combustible, depósitos de municiones…

O que coloquen en sus propias líneas unas extrañas cajitas camufladas que quizá atraigan los cohetes. Reservan una para el campamento de los de Marina.

En medio de la batalla, con explosiones alrededor para perder la cordura, su ejército son ellos mismos. Su patria, la Pichicera. No sienten otra lealtad.

Los pichiciegos es una novela de anticlímax, un lienzo tenebrista en el que sumergirnos.

La voz alucinada de soldados de reemplazo enviados a quedarse para siempre en una tierra remota del Atlántico Sur.

Las Malvinas.


lunes, 25 de octubre de 2021

Norte contra Sur

Clave de lectura: La Guerra Civil estadounidense, de principio a fin.
Valoración: Bueno ✮✮✮✮✩
Música: When Johnny Comes Marching Home (Anónimo) ♪♪♪
Portada del libro Norte contra Sur, de Jesús Hernández.

La Guerra de Secesión Estadounidense ha tenido tantas puestas en escena cinematográficas, que raro es quien no conozca los choques más importantes, sus generales, y unas cuantas canciones del tipo When Johnny Comes Marching Home, Dixie o el Himno de Batalla de la República.

Ahora bien, ¿disponemos de una visión de conjunto? ¿Una donde la carga de Pickett, el combate naval entre el Monitor y el Merrimac o el oro confederado en una tumba sin nombre junto a la de Stanton disfruten de una lógica más compleja, con entorno y efectos definidos?

Es la visión que ofrece precisamente Norte contra Sur, de Jesús Hernández.

Primero, una panorámica en los órdenes social, económico y político justo antes de que sonaran los clarines. ¿Era el estallido inevitable? ¿Estaba Lincoln dispuesto a concesiones? ¿Era la esclavitud el punto de fricción más importante?

Segundo, lo cerca que se encontraron las tropas secesionistas de la victoria. Un éxito al límite en Gettysburg, y quizá las potencias europeas las hubieran reconocido diplomáticamente.

Tercero, por qué se recuperó la Unión a tiempo. Y por qué, a pesar de las increíbles bajas y el sufrimiento, se prolongaron las campañas aún durante años.

También, qué queda aún del conflicto en el imaginario colectivo. El juramento a la bandera sigue proclamando, siglo y medio después, que la nación es indivisible.

En pocas palabras, una obra bien escrita, documentada y de amenidad lectora a toda prueba.


martes, 19 de octubre de 2021

Cometas en el cielo

Clave de lectura: Infancia en Afganistán y aparición de los taibanes.
Valoración: Muy bueno ✮✮✮✮✩
Música: Imshab As Bada Kharabam Kun, de Ahmad Zahir ♪♪♪
Portada del libro Cometas en el cielo, de Khaled Hosseini.

He tardado mucho en descubrir Cometas en el cielo. A cambio, la recompensa también ha sido grande.

Khaled Hosseini nos ofrece una novela donde cada aspecto —la estructura, el estilo, el ritmo narrativo, los personajes, el impacto de la historia— está trazado con mano maestra.

Se trata de un viaje existencial a través de la voz de Amir, el protagonista: su infancia en Kabul, el exilio y el retorno a la tierra donde nació. Algo ocurrió allí cuando tenía doce años y busca la redención.

En los viejos tiempos, antes de la invasión soviética, su padre poseía la casa más bonita de la ciudad. A pesar de la muerte de la madre, los días pasaban felices junto a su amigo Hassan, el hijo del criado.

Un hazara, despreciado por la etnia dominante de los pastunes, con talento para capturar cometas caídas.

Porque nada más importante para Amir que volar cometas, cortar los hilos de sus contrincantes, recuperar los despojos derrotados y coronarse como el campeón absoluto. Daría lo que fuera por el aplauso de su Baba.

También para el fiel Hassan. «Por ti lo haría mil veces más», son las palabras que resuenan constantemente en su cabeza.

Ahora, en la nueva comodidad de San Francisco, donde ha encontrado el amor, una llamada de teléfono le recuerda que «hay una forma de volver a ser bueno».

Pero los talibanes ocupan inmisericordes el país. ¿Estará dispuesto a desvelar en su camino los secretos, aunque el precio sea su propia vida?

No creo que olvide este libro.


martes, 12 de octubre de 2021

Reflexiones de octubre

Desfile de los Tercios.

Los países suelen celebrar su día nacional con un desfile.

No tiene nada de raro. La historia del mundo es la historia de las guerras, la historia de los hombres y mujeres que las han luchado, que las han ganado, que las han perdido.

Erasmo dice que la naturaleza dio al ser humano «ojos amistosos, en los que se muestra el ánimo. Brazos en círculo, para abrazar. El sentido del beso, para que los ánimos se tocaran y se unieran. La risa, símbolo de alegría…».

Y el uso del lenguaje y de la razón, «que es sin duda la cosa más útil a la hora de ganarse y conservar la amistad, de manera que absolutamente nada se hiciera entre los hombres por medio de la fuerza».

Dice que hay una antítesis profunda entre humanitas y guerra.

Sin embargo, mantenemos una pugna inmemorial, que nunca termina: entre naciones, reinos, príncipes, ciudades, pueblos, familiares, entre hermanos, todos luchamos contra otros iguales a nosotros.

Habrá que concluir entonces que los seres humanos… no somos humanos.

O que Erasmo se equivocaba, claro.