Propuesta musical: Rapsodia sueca nº 1 de Hugo Alfvén.
Con bandera, para que quede más bonito.
Música, libros, fotos, historias, pensamientos, ficciones, viajes y qué sé yo cuántas cosas más...
Propuesta musical: Rapsodia sueca nº 1 de Hugo Alfvén.
Con bandera, para que quede más bonito.
Ya empieza a salir el sol, habrá que levantarse a desayunar. ¿Dónde me quedé yo varado anoche?
Ah, ya me acuerdo, eché el ancla en zona azul. Espero que no pongan muchas multas por aquí.
Vamos a la despensa: me apetece algo de piña, unos plátanos, zumo de guayaba…
Que levante la mano (o el sable) quien no quiera agarrar las bridas y unirse enfervorizado a la cabalgata de los cosacos hacia Dubno, en compañía de Taras Bulba, mientras suena la música de Franz Waxman.
A ver, que alguien la levante.
¡Saporoski!
Me gusta mucho la música de Béla Bartók (o Bártok Béla, en el orden de apellido y nombre que usan los húngaros).
Sus conciertos para piano, para violín, para viola, El Mandarín maravilloso, la Música para cuerdas, percusión y celesta…
Y las Danzas populares rumanas, por supuesto.
En nuestro mundo, a veces germinan extrañas semillas.
Sus raíces emponzoñan, se nutren de sustancias muy negras y muy profundas.
Estupidez, odio, miedo, violencia cobarde.
Y finalmente dan su podrido fruto.
(En recuerdo de las víctimas de los atentados de Paris).
A pesar de todo
o gracias a todo,
podemos alzar la mirada
y la voz.
Día. Noche.
Siempre una luz
dentro y fuera
de nuestras venas.
Una canción de Lars Demian: Man Får Vara Glad Att Man Inte Är Död.
A ver si la sé traducir...Vivir la vida es divertido, hay mucho por lo que alegrarse,
no te cobran por respirar y los trenes llegan puntuales.
Y piensa que la publicidad es guay, no sale una sola pena,
en fin, un mundo de colorines aunque no lo sea tanto de verdad.
Porque aquí tenemos mal tiempo y mal gusto,
chicas malas en un viejo garito cutre,
malos hábitos y mal humor,
ya podemos dar gracias de no caer redondos y palmarla.
Pero qué va, no hay motivos de queja, ninguna razón para refunfuñar,
echamos una mano a los desfavorecidos y el rey es muy majete.
Además tenemos un buen gobierno, derecho al voto y democracia,
aunque con tanto donde elegir, esté claro lo que va a pasar.
Pues eso, mal tiempo y mal gusto,
chicas malas en un viejo garito cutre,
malos hábitos y mal humor,
ya podemos dar gracias de no caer redondos y palmarla.
Mala fama, sin estilo, una mala excusa para la mala vida,
mal juicio, un asco de sueldo, los nervios de punta en este mal ambiente,
malas perspectivas y una ayuda del paro de chiste,
podemos dar gracias de no haberla palmado ya.
Nuestro mundo adora la justicia.
El honor, la nobleza, la hermandad, los poderosos villanos finalmente derrotados…
Todo desde un cómodo sillón, por supuesto.
Nuestro mundo se humilla, obedece las órdenes de muchos dioses.
Los hay de oro.
Los hay de piedra.
Algunos de papel.
De carne y hueso…
No le importamos a ninguno de ellos.
Velamos la mirada, nos aislamos de nuestro mundo, protegiéndonos de otras miradas que se acercan interrogantes.
En una opaca y falsa burbuja interior.