Unos despreciables neonazis, que no son nadie, consiguen su minuto de atención mediática haciendo proclamas antisemitas en Madrid.
Yo soy judío.
Y aunque no lo fuera, lo soy.
Porque siempre va a haber odiadores en nuestro mundo.
Odiadores.
De las vidas de los demás.
De sus propias vidas.
De la vida.
Odiadores. Odiadores. Odiadores…
Que la vida haga pudrirse sus palabras.
1 comentario:
Muy cansino todo...
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