lunes, 7 de enero de 2013

2013 en lontananza

Amanecer púrpura sobre las Torres Blancas de Madrid.

Anda, ¿esto es 2013? ¿Y el mundo sigue girando?

Debe de ser que sí, aunque también podría tratarse de los efectos secundarios de tantos derivados de la uva, la cebada, el trigo y demás plantitas que acostumbramos a libar a finales de diciembre.

Porque supongo que, en caso de que nos hubiera caído encima un meteorito como se vaticinaba, el dolor de cabeza sería aún más acusado.

Una vez alcanzada la convención sobre la fecha en que nos encontramos, ¿con qué podría continuar? Quizá la lista de deseos para este año sea una manera de romper el hielo.

Allá va: para alcanzar la felicidad en cuerpo y en espíritu me gustaría, me gustaría...

Pues sólo se me ocurren dos cosas, me conformo con poco.

Que el Real Madrid quede campeón de liga. O de copa, o de Europa, o… En fin, de algo, lo que sea.

Hala, ya me he retratado.

Y lo otro...

Que siga saliendo el sol cada día.